lunes, 29 de marzo de 2010

La Diosa

La Diosa se mostraba en todas y cada una de las representaciones que hacía, incluso de forma inconsciente, de la realidad. Aquel trozo de papel mostraba al trasluz un rostro de belleza indescriptible forjado por anotaciones y pequeñas ilustraciones que, aisladamente, parecían carecer de todo sentido. Al mirarse al espejo, aquella madrugada, comprobó que sus ojos eran de un verde intenso.