sábado, 7 de marzo de 2009

El paraiso terrenal

El creador tenía un grán obstaculo en contra. Todo lo había creado él. En cambio él, pertenecía a una cualidad diferente de las cosas. Él no había surgido de la nada. El había existido siempre. Por supuesto desconocía la opinión de los naturalistas que afirmaban que la vida había existido desde siempre y que en la era del hombre, el único que había sido responsable de todo era el mismo hombre.

La única pero irrefutable razón por la que el creador no conocía a sus retractores era porque cada vez que ellos afirmaban, él desaparecía.
Además tuvo un problemón porque Eva le salió más puñetera que la sota de copas y al tonto de Adán le encajó el hijo de la serpiente con la que tenía un espectacúlo de variedades en el paraiso.

La verdad es que el creador se pilló un mosqueo que no veas y echo a aquellos dos tontos dandoles una patada en traseras. La serpiente como era más lista que el copón, se las apañó para escaquearse del pollo que había liado. Era tan lista la tía, que hasta se escaqueó de la pregunta que inauguraba esta fantochada que és: ¿de donde vienen las cosas? Se escaqueó porque el creador ya había triunfado con sus últimas creaciones. Hechar a un símbolo de la astúcia era ya mucha purga.

Claro está que para que todo aquello cuajára, se emborronó un poco la cosa y hasta María no aparece el primer gran intento flagantre de que las virgenes den a luz. Esta mentira que es de las gordas, viene en todas las religiones de Babilonia y Egipto predecesoras a la religión del papá de Roma. La bola era bien gorda pero como era otro el que la había inventado y lo de la Biblía era para unificar el imperio, mientras recortaban los testamentos por donde sobraba, añadieron a la sopa la cebolla y la zanahoría que ya se sabía funcionaba.

Después si te pillaban en ciertos momentos de la historia con una entre las manos que no perteneciese al concilio se liaba la de barrabas y con la mejor de las suertes te habías hecho el petate y subido al barco. La otra era quedar hecho Kryptonita.

A estas alturas el creador se estaba muriendo porque Nitsche lo estaba matanto a ostias como martillazos. Menos mal que a Nietsche no se le entendía ni la mitad. Aquello podría habre sido una revolución. También estaba Marx dandole a los cimientos de la obra del creador llamada en marxiano: Kapital.
Fíjate tu.

El inversor levanta un pais pero para su provecho no el del país. La religión viene a justificar que las cosas son así y que esta establecido en la voluntad de dios que sea así. Si trabajas en la miseria y no te dá ni para pagar un doctor; te jodes.
No me extraña que lo enuncien como "un misterio".

Las leyes han de dar la garantía, al menos, al inversor de que podrá seguir creciendo en su beneficio. Como es imposible explotar unos recursos limitados de forma infinita el inversor está pidiendo imposibles. Si tuviera un hijo, este habría visto la 1ª Guerra Mundial. Aquello también parecia imposible.

Yo creo que a Marx no se le entendía ni baba, porque estaba hablando de coorporativas y organizaciones megamundiales de hoy en día. Que para el caso es igual porque es lo mismo.