lunes, 18 de agosto de 2008

Tiempos de crisis


Tiempos de Crisis Capitulo 1......................Jacinto Bernabé.

A Jacinto Bernabé no le había faltado una botella de buen licor desde los tiempos en los que su madre tuvo que malvenderlo todo para devolverle al banco lo que se había despilfarrado durante años.
A partir de los veinte, su costumbre había sido vivir con el cinturón ajustado. Con el doble de años, estaba orgulloso de afirmar que mientras muchos grandes se estaban yendo a pique, él, flotaba.

Así era. Jacinto Bernabé levitaba. Sobre todo cuando pasaba de medianoche y le pegaba a la hierba de un amigo al que él llamaba “doctor”. El doctor acudía con su maletín especial y entre ambos resolvían cual iba a ser el tratamiento y la receta. El doctor siempre era muy estricto. Tenia una balanza electrónica para pesarlo todo y una maquina calculadora. El negocio del doctor, por primera vez en muchos años, estaba haciendo ofertas promocionales en sus productos. Jacintoto Bernabé en cambio estaba subiendo el precio de todo lo que hacia.

Si antes cobraba 15, ahora cobraba a veinte la hora y apuntaba el tiempo justo sin realizar descuentos. Para subsistir había tenido que currar mucho por poco dinero. Pero esto le había dado una destreza que le hizo destacar entre los demás. Mientras las grandes tiendas quitaban el servicio de reparación electrónico por deficitario el tenia su pequeño taller a pleno rendimiento.

Un día sonó el teléfono. Era Paco el técnico de los estudios Sonor de Madrid. Le conocía desde hacia ya tres años cuando vino desde Barcelona a sonorizar un estudio de radio. Ahora estaba grabando el ultimo disco de Mi pequeño mar y el guitarrista se había puesto pesado y no paraba de repetir que quería un efecto que había escuchado en un disco de Frank Zappa de los ochenta. Le dijo: mira Jacinto estos tienen que estar fuera del estudio antes del sábado. Si no le consigo algo me van a joder ellos, me va a joder la discográfica y encima me arriesgo a que se lleven el material sin pagar un euro.

La cosa es que Jacinto se descargo el tema de internet y cuando llego el solo de Zappa empezó a garabatear en un papel una lista de abreviaturas y números. Seis horas más tarde un avión que transportaba un servicio de mensajería Express en su bodega llego a la capital.
En su interior un pedal de guitarra a medida por un importe inferior a 90 euros. Después de eso la gente se volvió loca. Todos querían un pedal que sonara de esta u otra manera o como en aquella canción de los Zeppelín.

Flotar era suficiente para sentirse orgulloso pero él además sonreía porque por fin se había retirado de la estantería de las ofertas.