lunes, 15 de diciembre de 2008

El Retrato (La Oscuridad)


Capitulo 1 Vacas gordas, vacas flacas

A las cinco de la tarde las luces de aquel día de otoño se desvanecieron diciendo adiós desde el puente del ayuntamiento. Las farolas despertaron reflejadas en las ondulaciones del río mientras los transeúntes, a pie o en bicicleta, llenaban el paso de sus orillas.

Junto al apeadero del tranvía esperaba desde hacia ya media hora la silueta de Christian; maldiciendo esta costumbre de no estar nunca a la hora. Tenía cita a las diez y sabia que si los chicos se calentaban mucho durante la sesión no le iban a dejar marchar tan fácilmente. Por fin apareció, con dos tranvías de retraso, Marco.

Las puertas se abrieron tres paradas después junto al campo de fútbol. Durante todo este tiempo y la vuelta a la manzana habitual para alcanzar la puerta de los locales, Christian no pudo materializar ni una sola queja. Marco estaba desbordado otra vez por el cuarto creciente y se había pasado la noche entera y parte de la mañana escribiendo letras y colocando acordes aquí y allá sin afinar aún del todo las armonías.

El viaje en tranvía, se lo paso cantando las melodías y explicando los tempos. Luego ya empezó con los arreglos y la discusión se fue en pulir los detalles de cada tema. Así funcionaba Marco. Por ciclos de vacas gordas y vacas flacas. Su vida sentimental por ejemplo pasaba por una época de vacas gordas.

Inconsciente del andrógino y de la promiscuidad con la que se desenvolvía en ciertas etapas del año llegaba a tener cinco o seis relaciones simultaneas durante varios meses. Luego estaban “las noches del tiempo” como las gustaba de llamar porque eran como regalos sin recibo, sin nombres...fue verdad o fue un sueño? quien lo sabe. Pertenece a la noche de los tiempos.

Tras estas etapas llegaban los momentos de soledad. Entonces pasaba meses encerrado en un caparazón que no iba mas allá de la puerta de su casa. Así lo veían desde fuera. Y mientras cantaba en aquel vagón de tranvía, Christian no podía dejar de preguntarse que membrana, que demonios de realidad paralela lo separaba de la vida de aquel individuo.

Cuando uno conoce a otra persona por primera vez, generalmente nota ciertas diferencias obvias: en las comparaciones, la forma de expresase...Mientras dura la conversación se descubre si exagera, si se muestra natural, si es una persona flexible o tímida.

En el caso de Marco fue imposible. Era un dandy callejero avalado por una sonrisa inocente en un mundo de tiburones. Si se ha de morir quien no elegiría una muerte dulce.



Capitulo 2 La Banda

Lazlo llevaba afinando la batería un buen rato y Mabel, la guitarrista, empezaba a temer que aquello se convirtiera en una fiesta mas allá de la media noche, borrachera y posterior borrado de memoria, así que se había comprado un grabador con un micro de calidad para guardar el material de todas las sesiones.

Lió el primer cigarrillo, lo encendió y se lo pasó a Lazlo. Como todos los baterías era hermético en cuanto se pasaba de cierto punto en la conversación. Era así como llevaba con toda naturalidad su obsesión por Mabel desde que se unió a la banda, colocando semicorcheas y contrapuntos con la mano izquierda mientras observaba el balanceo de su guitarra a lo largo de los temas.

Eso era lo único que mantenía aquella tanda de mercenarios unida. Todos bailaban al tocar la música de Marco. Todos volaban hacia esa realidad paralela donde las emociones flotaban angustiosas y delicadas. Compartían esa angustia, jugaban con ella transformándola en sonido. “Cada instrumento aporta un color a la canción”“La música no es mas que la combinación de los colores, a mas gamma de instrumentos, mayor gamma y detalles de colores”. En estas lineas solían ir los monólogos cuando hablaba con lo chicos.

“No es lo mismo pensar en blanco y negro, que en dos colores, o tres.
Nosotros somos cuatro pero podemos conbinarnos de muchas maneras si somos capaces de controlar el color. Para controlar el color es necesario comprender o al menos intuir el cuadro final” Después de tres cigarrillos, Marco parecía un profeta de la salvación y por unos momentos, que algo grande estaba por ocurrir.

Gracias a Mabel se comprobó que en efecto esos momentos ocurrían de verdad y no eran un sueño o la imaginación de una percepción alterada. Las grabaciones no mentían. El material del último mes era tan bueno que ni ella podía creer como hacía sonar su instrumento. La falta de técnica se hacia inapreciable ante el feelin que cogían los temas. Y eso que eran grabaciones en directo. Si se metían en un estudio en el próximo mes no pasarían inadvertidos .Eso lo sabía bien.



El Retrato: Capitulo 3. La Oscuridad

Marco despertó al atardecer. El ensayo fue una bomba. Por lo general el colocón de la banda no llegaba más allá de la una. Después de esta hora cada cual enfilaba la noche por su lado, pero esta vez fue diferente.

Nadie supo aclarar como fue que llegaron a aquel bar. Tampoco recordaban el nombre. Recordaban todos, eso si, los 3 vasitos de absenta que se bebieron. Aquella mañana Lazlo llevó una taza de café al dormitorio. Mabel semidesnuda, estaba aprovechando su ausencia para estirarse como un gato, ocupando toda la cama.

Fueron los primeros en perderse. Christian desapareció al encontrase con uno de sus amigos en el club de Bebo. Marco salió fuera pero se cansó de esperar. Caminó en dirección al puente. Las calles estaban vacías. Las luces vestían las orillas el río.

La música sonaba en su cabeza. una música que olvidaría antes de llegar a su casa. Las canciones eran regalos de la vida que a veces robaba y vestía con palabras. ¿De donde saldrán todos esta cosas en las que pienso? se preguntaba. Estaba llegando al final de la avenida cuando se detuvo ante el escaparate de la tienda de arte.

La tienda tenia por lo general posters de gran formato y reproducciones de cuadros. Fue entonces cuando ocurrió. Algo lo traspasó. No veía las formas, no distinguia los colores. Se detuvo ante la silueta de una mujer con el rostro vuelto y el pelo sobre la cara. Escondía su identidad pero mostraba sus pechos apenas cubiertos por una tela entre sus brazos.

Marco quedó parado frente al cuadro unos diez minutos. Podía ver a través de aquella mujer, podía sentir el tacto de su piel, podía sentir que ese momento estaba vivo y no vacío como la mayoría del tiempo. Lo que el veía era la esencia. Podía escuchar la música de la imagen y lo que la música decía lo había paralizado. La música decía "soy amor".

Comenzó a sentir emociones menos sutiles mientras descubría los secretos del cuerpo de la modelo. Oscuridad. Este era el nombre que figuraba en la tarjeta junto al retrato pero,¿La oscuridad de Quien? ¿Quien posee esa oscuridad que es capaz de entregar amor a través del goce de un cuerpo tan hermoso? Aquel mediodía mientras la luna se resistía a desaparecer del firmamento, Marco soñó con la mujer del cuadro



El Retrato Capitulo 4. Los sueños sueños son.

Hacia mas de una hora que Christian esperaba en la estación a si que monto en en tranvía, cruzo la ciudad en tres cuartos y llego a la parada de la Universidad. Venia de la zona obrera y este ambiente no le acababa de cuajar. Ese era un mundo de exposiciones, concursos de fotografiá, ciclos de cine a 1 euro la entrada y personajes variopintos.

Curiosamente los antros donde tenían lugar los conciertos, teatro, fiestas y exposiciones estaban concentrados en su barrio. Él empezó con Genesis y King Crimson en los ochenta. Lo del Jazz no le vino hasta que en una noche de borrachera en San Sebastian acabó en el festival a causa de un tal Gustav, que era un búlgaro que tocaba la guitarra como el demonio. También era un diablo para las mujeres y aquella noche le habia organizado una cita a ciegas con la prima de un lige que se habia echado en la playa y que le duró todo el verano.

La música triunfo. Las ninfas en cambio fracasaron. Aburridas ya de tanto alcohol y bailes absurdos a ritmos desenfrenados dejaron a aquellos dos elementos desbordándose en la primera fila. Desde aquel momento se engancho totalmente. todo estaba en el jazz y en cambio todo el jazz cabía en un libro

Marco abrió la puerta y pidió disculpas. Preparo café. Christian ya estaba acostumbradose a la inpuntualidad. Marco le daba vueltas a un sueño que habia tenido. En el hacia el amor con una mujer sin rostro. La sensación era real al igual que la certeza de la identidad de aquella mujer. No conocía su identidad pero conocía su alma, sentía su pensamiento, su respiración agitada mientras los labios jugaban húmedos a encontrarse.

Marco estaba muy raro. Luego explico lo del cuadro. -Es exactamente como en el estribillo de “She bangs the drums” de Stone Roses. -La manera en la que se expresa me deja sin palabras, no distingo mis pensamientos...

No conseguía hilar las emociones que lo invadían. No era la carga sexual del cuadro lo que lo atraía sino la capacidad del modelo; la intención que se desbordaba mas allá del lienzo. Nada, como repetía la canción una y otra vez en el estribillo, podria cambiar la forma de sentir al respecto.

Christian empezó a dudar de si Marco se habia metido algo mas fuerte de la cuenta porque estaba muy ido. Se le veía frágil. La visión de la noche anterior lo habia transformado de un ser confiado a un niño perdido.



El Retrato Capítulo 5. La materia y la forma, Dorian Grey,
el Jorismos y la puta del cuadro.

En "El Retrato de Dorian Grey", el alma real vive en el cuadro mientras que el cuerpo se mantiene intemporal tal y como se comportaría sobre el lienzo.Se han intercambiado las cualidades. Esta es la magia del arte. Es un portal de comunicación con otras culturas y civilizaciones mediante la intuición y no el pensamiento racional.

Platón diría que esto es posible porque la obra artística es un reflejo de la esencia del arte puro. Las esencias habitan según el griego en el mundo de las ideas o sea en un mundo ideal. Aquí abajo somos la disparidad o sea: los millones de posibilidades la esencia del hombre repartida entre todos los pobladores de la tierra. Entre el cielo y la tierra, Platón decía que existía un Jorismos o lo que es lo mismo un vació insondable al que no veía manera de tenderle un puente.

Después vino Aristóteles con su manía de analizarlo y encasillarlo todo para que estuviera bien ordenado. Según el los seres están dotados de materia y de forma. La esencia y el recipiente. Después de esto y el mecenazgo de Alejando a Aristoteles lo tuvimos en cuerpo y espíritu hasta que la edad media acabo derrumbándose.

Después de dos guerra mundiales fue el pensamiento el que se colapso. Ya no quedaba aliento posible para el hombre. Definitivamente era un lobo que no dudaba en atacar a su hermano en un momento de codicia.

Aún así el arte sigue siendo considerado como un puente con el lugar donde las cosas simplemente son. La metafísica de hoy en día viene a plantear que la mente artística es capaz de captar los diferentes universos y tiempos posibles

Tres días fue lo que le costo dar a Marco con la modelo. Era una puta que tenía un piso cerca del parque del museo a apenas 20 minutos a pie desde su casa. El cuadro no era ninguna ganga. No se lo podía permitir. La tienda lo puso en contacto con el pintor.

Este atendió su petición a cambio de una sustanciosa cena al final de la cual le dejo un número y una dirección, y lo mas importante: un nombre que sirvió a Marco para susurrarlo una vez mas ante el cuadro antes de salir a la calle decidido a encontrarla. Era la época de las vacas flacas y vivía obsesionado con la figura sin rostro de un retrato. Fue al verla por primera vez cuando entendió la ternura de la música del cuadro.



El Retrato Capitulo 6. Vaqueros zapatillas.

Entró en el portal como quien viene de la compra: una sudadera unos vaqueros y unas zapatillas. Salió envuelta en un abrigo largo, maquillaje y un sofisticado arreglo en el pelo. Los tacones marcaban el suelo. Un taxi la recogió en la puerta y la llevo a su destino noche adentro.

Llegaba tarde. La cara de Mabel era un poema. Desafortunadamente el pronostico para los rollos con un batería se habían cumplido al 100%. Además estaba lo de Marco. Estaba tan raro que no podía fumarse ni un cigarrillo. Perdía la voz y la emoción. Estaba jugando con la música pero de otra manera. Estaba fingiendo.

Las últimas cintas eran un infierno. No habia ni una toma completa que estuviera bien. El grupo iba perdiendo consistencia en vez de ganar con cada sesión. Tenia miedo porque ya habia enviado un par de temas en crudo a las discográficas buscando un contrato para grabar al menos un trabajo. Eran demasiado buenos como para que todos lo dejaran pasar. Si los llamaban ahora para una audición seria la ruina. Todo comenzaba a complicarse.

Marco había visto la esencia de aquella mujer. Ahora ademas habia visto su rostro. La música sonaba y el amor se desbordaba desde lo virginal, hasta el goce depravado de los sentidos. No existía el fin. El deseo lo abrumaba, lo atormentaba con fantasías donde se mordía la carne. Este fue el gran resurgimiento de Marco.

La sesión devolvió la risa a aquel local. Los arreglos fluían como si la misma mente leyera todas las partituras. Se improvisaba y se resolvía con acierto. Fue algo increíble. Habían tapado las esquinas con colchones viejos y con paneles que los separaban a unos de otros. Sonaba como un estudio de verdad. La voz de Marco hacia que las notas brillaran o palidecieran a su antojo.

Movía el color y arrastraba a los demás dejando caer los matices como las hojas caen en el otoño. Ahora mismo era una estrella fugaz. Una estrella que alumbraba desde lo mas alto transformando aquellas cuatro paredes en un universo de luz y color, ingrávido fuera del tiempo. Aquella noche sin embargo se desmarco de todos con la excusa de que tenia trabajo en un laboratorio de fotos.



El Retrato Capitulo 7. Metafísica

La materia de Aristoteles es lo mas bajo en el concepto de la existencia. Es lo que se interpone entre nosotros y la existencia plena. Nuestros limites. Nuestra nariz torcida, nuestras orejas, nuestros pies siempre grandes o siempre pequeños. Marco en cambio sentía que no habia mas limites que los que el pensamiento quisiera establecer y dibujaba una linea de puntos sobre el río con el reflejo de la luces de las farolas del paseo.

Caminó bajo el cielo rojizo de la ciudad. Cruzó de nuevo frente a la tienda de arte. Ella sonreía con complicidad tras el pelo que la cubría la cara. El retrato lo invitaba a romper el cristal; a poseerlo con violencia y permisividad. Marco miró de nuevo la superficie del río. Había algo en la ondulación del agua que lo hipnotizaba mas aún.

Poco a poco los acordes fueron aumentando su volumen. La música del cuadro era solo una arreglo en la melodía del sonido de la noche de otoño. El río cantaba su canción entre las dos orillas. Las palabras comenzaron a surgir de nuevo de la nada. La chica del cuadro fuera quien fuese lo acompañaba. Estaba cerca del Museo. Era temporada de vacas flacas. Quizás un buen momento para cometer un desliz.