miércoles, 3 de marzo de 2010

Piel desnuda

Solo el silencio reinaba en aquella pequeña casa en mitad de la llanura de Febq. El viento se había detenido dejando a su suerte el rumor de lo que ocurría más alla de las laderas de Argo y Mektek. Tendida en su hamaca, Sonia, jugaba con el sol haciendolo destellear entre la silueta de sus dedos. Todo el universo se rendía ante ella, celoso de su cuerpo desnudo en aquella mañana de primavera.